El “brillante” retirado coronel Oswaldo Zapata - a tono con el contexto actual en que América llora a Chespirito - “así como dice una cosa, dice otra”, de acuerdo a su propio interés y conveniencia, y por supuesto la de su sobrinísimo, Oscar López Meneses. Y, además tiene un historial de pasmarse en acción militar. Aquí algunos datos:

Un caso reciente corresponde a la declaración del coronel Zapata ante el programa dominical del canal 4, Cuarto Poder, en el 2013. Durante la transmisión de la entrevista se permitió señalar que su primo Oscar López Meneses tenía estrechas relaciones con altos mandos de las Fuerzas Armadas y que el socio de Montesinos había hecho donaciones para la remodelación de algunos ambientes de la compañía de informaciones N° 511. 

Al ser requerido por la comisión del Ejército que investigó esta falta de disciplina, porque el coronel no tenía autorización de su comando para dar entrevistas periodísticas, Zapata se desdice de lo que declaró. Y mientras la entrevistadora hace hincapié que la entrevista es solicitada por él, Zapata asegura que lo hizo debido al “asedio de la prensa”. 

Lo extraño es que luego de esas dos afirmaciones tan graves y que afectaban la imagen de las Fuerzas Armadas, Zapata, el tío de Oscar López Meneses, se desdice y asegura en una versión que reproducimos, lo siguiente: ¡que ambas declaraciones eran falsas! (foto de documento)

Según él, había asegurado que su sobrino López Meneses tenía amigos en las Fuerzas Armadas, sin precisar que eran de los altos mandos y que en el tema de la construcción, lo que había dicho era que el montesinista lo apoyó con algunas amistades para la remodelación.

Es decir, que al igual que con el tema del bastón de mando, le falta precisiones valiosas que las obvia frente a las cámaras de TV, y nadie se las pregunta. 

Pasmado

El 12 de setiembre de 1991, un confuso incidente en la Base Contrasubversiva de Sion de Tocache, acabó con la muerte del cabo Pedro Dantas Dossantos. Entonces, Zapata Corrales era capitán del Ejército y estaba al mando de esta base. 

Un par de días antes, en un operativo habían capturado a dos presuntos subversivos llamados Isaac Zevallos Zevallos y Martín Agüero Ibarra. Éste último, la madrugada del 12 de setiembre huye aprovechando la oscuridad y la cobertura del follaje de la selva, a lo que los soldados que lo custodiaban empiezan un tiroteo. Y ¿dónde estaba el comandante de la Base? ¿Qué hizo en ese momento el “brillante” militar? Nada. No tomó el control de la situación, ni atinó a dar ninguna orden que velara por la integridad de sus subordinados. Como resultado de esta inoperancia, el cabo Dantas resultó herido de muerte por “fuego amigo”, muriendo a los pocos minutos de este incidente. 

Luego de una somera investigación, el capitán fue castigado con cuatro días de arresto por “falta de comando y control en la operación” de recaptura de Agüero Ibarra y la posterior muerte del cabo Dantas; así como por no haber informado a sus superiores del arresto de los civiles Zevallos y Agüero, sindicados como presuntos subversivos. 

También viene 

Está en investigación la participación del coronel Zapata en el cobro de cupos a avionetas con cargamentos de droga en Puerto Pizana – Uchiza.